Fue al despertar una mañana, varias semanas después de regresar del viaje a Berlín. Los personajes se mostraron ante mí y no quise perder la oportunidad de anotar todo lo que me vino a la mente. Por suerte, soy una persona que retiene lo que "vive" en sus sueños y de ese modo se fraguó una idea que al final resultó ser una de las cosas más importantes que he hecho en mi vida.
Las primeras palabras de esta historia las escribí en la sala de espera de una consulta del médico que tenía mi mujer. Cogí el móvil y, rescatando algunas de las ideas recogidas del sueño, comencé a escribir frases en un editor de texto. Evidentemente, fueron frases que tuve que corregir, pero fue el comienzo de algo que nunca pensé que haría. Un horizonte inexplorado se presentaba ante mí y yo decidí adentrarme en él con toda la ilusión del mundo.
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